Se anunci?? que a los nuevos polic??as que vigilen la Ciudad, se les prohibir?? hacer uso de su tel??fono personal y, en reemplazo, se les proveer??n unos sin acceso a las redes sociales. O dicho de otro modo, cuando la prohibici??n debe sobrevenir ante la falta de formaci??n.
Seg??n consignara el diario Perfil, aludiendo a fuentes dentro de la nueva fuerza que entr?? en actividades el pasado 2 de enero (ver nota), la polic??a de la Ciudad no podr??a utilizar smartphones con aplicaciones y redes sociales que pudieran distraerlos de sus tareas. Esta medida parece a tono con el ya conocido mito -y comprobado por quien observe a cualquier polic??a en las calles de la ciudad- de que los uniformados «se la pasan mandando mensajes».
«La medida ya est?? en vigor, aunque su implementaci??n ser?? paulatina. El polic??a debe dejar su aparato particular en el locker. Caso contrario, se le aplicar?? una sanci??n de corte administrativo», public?? el medio en su sitio web.
El diario Clar??n tambi??n dio cuenta de la noticia y ampli?? la informaci??n se??alando que : «Ya encargaron 25 mil celulares -los ??ltimos 4.000 llegar??n en julio- que no mandar??n mensajes de texto y funcionar??n sin redes sociales. Sol?? tendr??n un paquete de minutos para realizar comunicaciones personales y un GPS que registrar?? todos los recorridos. Sabremos si est??n d??nde deben estar y d??nde fueron durante su horario de servicio. (…) Los que usen otro celular en horario de trabajo ser??n sancionados. Al menos eso indica el reglamento.»
La medida parece a tono con los tiempos que corren, efectista y buscando atacar el s??ntoma y no el problema de ra??z. ??C??mo puede ser que una fuerza de seguridad profesional no est?? capacitada para saber que enviar mensajes o chatear es una tarea distractiva de su principal funci??n en la v??a p??blica?