Para quienes no lo conocen, se trata de un largometraje in??dito de 14 horas, filmado durante 10 a??os en diferentes continentes. Est?? protagonizado por cuatro actrices y fue premiado en el BAFICI. Se proyectar?? en 3 partes durante septiembre y octubre en el Teatro San Mart??n. D??as, horarios y la opini??n del director, Marcelo Llin??s.

A partir del viernes 21 de septiembre, el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundaci??n Cinemateca Argentina presentar??n en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Mart??n (Av. Corrientes 1530), tres proyecciones de La Flor, el monumental largometraje del realizador Mariano Llin??s, rodado y editado a lo largo de diez a??os.

D??as y horarios de las funciones

  • Viernes 21 de septiembre a las 14 y 19 horas, Parte 1 (225??? con un intervalo)
  • S??bado 22 de septiembre a las 17 horas, Parte 2 (360??? con dos intervalos)
  • Domingo 23 de septiembre a las 17 horas, Parte 3 (320??? con dos intervalos)
  • S??bado 29 de septiembre a las 14 y 19 horas, Parte 1
  • Domingo 30 de septiembre a las 17 horas, Parte 2
  • Lunes 1?? de octubre a las 17 horas, Parte 3
  • S??bado 6 de octubre a las 14 y 19 horas, Parte 1
  • Domingo 7 de octubre a las 17 horas, Parte 2
  • Lunes 8 de octubre a las 17 horas, Parte 3

Las localidades podr??n adquirirse personalmente, el d??a de la funci??n, en las boleter??as ubicadas en el Teatro San Mart??n. El precio de las localidades es de $40, estudiantes y jubilados $20 (con la acreditaci??n correspondiente).

Cr??ticas destacadas

???La Flor es la m??xima expresi??n del film fleuve: una d??cada de producci??n, cuatro actrices, tres continentes, seis cap??tulos, catorce horas. Una notable y loca proeza, la pel??cula de Mariano Llin??s es un particular logro en el cine latinoamericano y una de las pel??culas m??s ??picas y exuberantes del a??o. Trabajando nuevamente fuera del mainstream con un grupo de talentosos colaboradores de las comunidades cinematogr??ficas y teatrales argentinas, Llin??s lleva a??n m??s all?? su inter??s por las narraciones cinematogr??ficas radicales exhibida anteriormente en Historias extraordinarias (2008).

(???) La Flor est?? impulsada por el carisma y el talento de sus cuatro protagonistas, Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes, quienes se reinventan en cada uno de los cap??tulos de la pel??cula, cada uno de ellos maravillosamente realizado y adoptando g??neros y estilos completamente diferentes??? (Andr??a Picard, Festival de Toronto).

???Con sus catorce horas de duraci??n (quiz??s la pel??cula de ficci??n m??s larga de la historia del cine sin contar las experimentales), La Flor es pura ??pica, el deseo transformado en cine, la pasi??n por contar historias y, a la manera de Las mil y una noches, intenta ser una suerte de Scheherezade que eduque al ???soberano??? espectador con sus fant??sticas aventuras y lo vuelva m??s humano, m??s libre, m??s ??vido de conocimiento. Tambi??n, como le sucedi?? a la narradora de aquellas historias, La Flor puede ser vista como la historia de una mujer (en este caso, cuatro) que entretuvieron, humanizaron y enga??aron a un rey persa durante diez a??os para dar como resultado una obra conjunta y un pase de magia cinematogr??fico que nos fascinar?? por muchos, muchos a??os??? (Diego Lerer, Micropsia).


 

«Una suerte de ??poca en nuestras vidas»
Por Mariano Llin??s. Publicado originalmente en complejo teatral La Flor

En lo que a m?? respecta, puedo decir que fue una ??poca maravillosa, y si algunos comentaristas han calificado de Epopeya su ejecuci??n, tengo para m?? que pocas epopeyas han de haber sido m??s gozosas para quienes las llevaron a cabo. Fueron diez a??os de misterio y de riesgo, pero tambi??n de sentir como pocas veces el v??rtigo del amor y la amistad, como s??lo es capaz de manifestarse en un grupo de personas que buscan desaforadamente lo mismo, y est??n dispuestas a dar lo que haya que dar con tal de conseguirlo. Esa alianza sucedi?? de igual manera en el aspecto ps??quico y en el f??sico, y las complejas fantas??as de la trama del film no fueron m??s asombrosas ni m??s imaginativas que los infinitos viajes, trampas y audacias que hicieron falta para llevarlas a cabo. Audacia: acaso sea esa la palabra que mejor define nuestro experimento. Una audacia alegre, embriagada, dominada por una anacr??nica voluntad de absoluto.

Y aqu?? hay una cuesti??n: ??Qu?? hacer con el resultado de semejante empresa, con esas catorce horas enciclop??dicas, en tiempos en los que la proyecci??n cinematogr??fica parece obligada a reducirse a su m??nima expresi??n, en un mero oropel obsoleto que precede al momento fatal en el que las mercanc??as cinematogr??ficas encuentran su destino en las peque??as pantallas t??ctiles de los tel??fonos o en las codificaciones l??quidas del streaming? ??Qu?? como ??nica salida, aquello que mejor nos sale: la elegante desobediencia. Convertir a nuestra Flor en un objeto d??scolo, que se niegue a ser un divertimento de living o un electrodom??stico, que rechace la imperiosa exigencia de ser una cosa que est?? siempre disponible para combatir el aburrimiento de los adormecidos y los c??modos. Convertir a nuestra Flor en una cosa que s??lo se ve cuando se proyecta; una cosa que s??lo se ve cuando los astros se conjuran y la sala en penumbras y la gran pantalla est??n dispuestas al ritual, y de alg??n lado aparecen algunos dispuestos a juntarse a verla. En otras palabras, aquello que hasta no hace mucho era conocido como ir al Cine.

No habr?? Estreno para La Flor: No habr?? una ocasi??n particular y primera en la que se inaugure el objeto, y en la que se invite a todos, y en la que vengan los fot??grafos y los periodistas para hablar de ella todos a un tiempo durante algunos d??as para enfrentar despu??s d??cilmente la pendiente de la invisibilidad y el olvido. No existir?? esa fiesta: habr?? proyecciones.

No se estrenar?? nunca, y cada proyecci??n habr?? de ser un Estreno, y cada vez el entusiasmo habr?? de ser el mismo, y otro a la vez. No habr?? dos veces iguales: cada proyecci??n ser?? una aventura.

Declarado nuestro prop??sito, ning??n lugar aparece m??s adecuado para inaugurar nuestra trashumancia que la Sala Leopoldo Lugones, el lugar en donde todos nos hemos formado como espectadores de cine, y a la que la Ciudad le debe el hecho de ser una de las grandes capitales cinematogr??ficas del mundo.

Desde ese d??cimo piso se defiende la bellezade las im??genes con un fervor y un compromiso que no he encontrado en mis largos peregrinajes por los cinemat??grafos de Europa y Am??rica del Norte. La Lugones es ??nica. Es un honor y un privilegio ser recibidos all??.

Est??n, como siempre, todos invitados.

Fuentes: Prensa GCBA- La Flor Complejo Teatral