Ma??ana se cumplen 30 a??os del fallecimiento del poeta, fil??sofo y escritor argentino. La ciudad lo recordar?? con diferentes homenajes. Destacamos algunos y lo recordamos con un poema.
Borges x Borges/Aznar. En la Usina del Arte, el martes a partir de las 20, Pedro Aznar y Graciela Borges dar??n un concierto denominado ???Borges x Borges/Aznar???, donde el m??sico cantar?? los poemas de su disco Caja de de m??sica (en honor al escritor) y la actriz leer?? sus poemas. Las entradas son gratuitas y se pueden retirar dos horas antes del comienzo.
En el teatro Col??n se llevar?? a cabo una exposici??n de fotos a cargo de Amanda Ortega y se podr?? apreciar una gigantograf??a recordando a Borges en la vereda del m??tico teatro, sobre la calle Viamonte. Tambi??n se encender?? una figura geom??trica con luz y sonido que recordar?? a Borges, en Diagonal Norte y Cerrito, a metros del Obelisco.
Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo naci?? en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899 y falleci?? en la ciudad de Ginebra el 14 de junio de 1986.
Elogio de la sombra (1969)
La vejez (tal es el nombre que los otros le dan)
puede ser el tiempo de nuestra dicha.
El animal ha muerto o casi ha muerto.
Quedan el hombre y su alma.
Vivo entre formas luminosas y vagas
que no son a??n la tiniebla.
Buenos Aires,
que antes se desgarraba en arrabales
hacia la llanura incesante,
ha vuelto a ser la Recoleta, el Retiro,
las borrosas calles del Once
y las precarias casas viejas
que a??n llamamos el Sur.
Siempre en mi vida fueron demasiadas las cosas;
Dem??crito de Abdera se arranc?? los ojos para pensar;
el tiempo ha sido mi Dem??crito.
Esta penumbra es lenta y no duele;
fluye por un manso declive
y se parece a la eternidad.
Mis amigos no tienen cara,
las mujeres son lo que fueron hace ya tantos a??os,
las esquinas pueden ser otras,
no hay letras en las p??ginas de los libros.
Todo esto deber??a atemorizarme,
pero es una dulzura, un regreso.
De las generaciones de los textos que hay en la tierra
s??lo habr?? le??do unos pocos,
los que sigo leyendo en la memoria,
leyendo y transformando.
Del Sur, del Este, del Oeste, del Norte,
convergen los caminos que me han tra??do
a mi secreto centro.
Esos caminos fueron ecos y pasos,
mujeres, hombres, agon??as, resurrecciones,
d??as y noches,
entresue??os y sue??os,
cada ??nfimo instante del ayer
y de los ayeres del mundo,
la firme espada del dan??s y la luna del persa,
los actos de los muertos,
el compartido amor, las palabras,
Emerson y la nieve y tantas cosas.
Ahora puedo olvidarlas. Llego a mi centro,
a mi ??lgebra y mi clave,
a mi espejo.
Pronto sabr?? qui??n soy.